Para comenzar, vamos a realizar una Historia Clínica que incluirá la valoración dermatológica y/o dermatoscópica, diagnóstico, y recomendaciones de los profesionales sobre el tratamiento adecuado a seguir.
Luego también procederemos a hacer un análisis dermatológico de rostro y de cuerpo para examinar los siguientes factores:
– Estado y textura de la piel.
– Detección de manchas en la piel.
– Análisis de lunares, pecas y/o verrugas.
– Chequeo de erupciones, tales como acné, alergias, etc.
– Revisión de trastornos cutáneos.
– Análisis del estado de los poros en la piel.
– Medición de las arrugas en el rostro.
– Detección de las alteraciones del pigmento en la piel.
– Análisis de los daños producidos por el sol.
– Exploración de la piel cabelluda.
– Detección de enfermedades en las uñas.

Con este tratamiento se pueden disminuir las líneas de expresión y las arrugas, para obtener una piel uniforme, elástica y firme.
Se trata de un procedimiento no invasivo, que succiona y depura la piel en cuatro fases que son: limpieza, exfoliación, extracción, e infusión de antioxidantes.
Lo bueno es que desde la primera sesión podrás ver los cambios y sentir las mejoras en tu piel. Es altamente recomendado para todo tipo de pieles, pero sobre todo para aquellas con acné, rosácea y manchas de sol.

La limpieza facial profesional es importante para mantener la piel limpia, sana, revitalizada y firme. Porque los factores externos (como el clima y la contaminación), los factores internos (como el estrés o el tabaco), el paso de los años, el maquillaje, etc. provocan que nuestra piel pierda vitalidad. Y si no la cuidamos, su aspecto se irá deteriorando y envejeciendo.
Por eso, iniciaremos retirando las impurezas. Para luego desincrustar las impurezas más profundas mediante una exfoliación, abrir los poros con el vapor de ozono, y sacar los puntos negros sin dañar la piel.
Finalmente cerramos los poros, hacemos un masaje sobre el rostro, cuello y escote, y terminando aplicando una mascarilla para nutrir la piel.

Mediante este procedimiento vamos a utilizar sustancias químicas sobre la piel, para renovar cada capa superficial, eliminar imperfecciones y obtener un color uniforme.
En el peeling personalizamos el tratamiento según las necesidades del paciente. Por ejemplo, si se trata de un fumador, o de alguien que padezca de manchas o de acné, tendremos que hacer un tipo de peeling diferente para cada uno.
Los peelings más comunes son los que utilizan diluciones de ácido salicílico, glicólico, tricloro acético y fenol. Pero también están en fucnión de los resultados a conseguir, como es el caso de eliminar una mancha, unificar el tono, iluminar, etc.

Gracias a estos pulsos de luz, mejoraremos los signos visibles del envejecimiento cutáneo y la textura de la piel, devolviéndole luminosidad al rostro.
Se trata de un sistema personalizado, que establece la intensidad y los pulsos de luz según las características de cada hombre, considerando su tamaño, tipo y localización de las manchas, y estado general de la piel.
Además lograremos la estimulación del colágeno y del tejido conectivo, obteniendo como resultado una piel más joven y luminosa.

El rejuvenecimiento facial para los hombres ayuda a combatir los signos de la edad. Debido a que, este envejecimiento afecta a todas las células y sus signos son evidentemente visibles.
En el caso de los tejidos faciales masculinos, hay algunos procesos que interactúan entre sí. Y también influyen ciertos aspectos del estilo de vida, tales como: estrés, consumo de alcohol y de tabaco, horas de sueño, etc.
Pero con el paso de los años, las partes que más cambian en la cara son los músculos. Aquellos que participan en nuestros gestos más frecuentes, se fortalecen y van marcando arrugas (como es el caso de las cejas, los párpados, el mentón o el entrecejo). Y los que menos se usan, se aplanan o atrofian.
Por eso, existen algunas técnicas de rejuvenecimiento facial para hombres, tales como: botox, peelings químicos, ácido hialurónico, mesoterapia, radiofrecuencia, carboxiterapia, entre otras.

Pero también para eliminar los surcos que están más marcados en el rostro, reponer el volumen perdido, o rejuvenecer y revitalizar la piel mediante infiltraciones que contienen ácido hialurónico, hilos de policaprolactina, ácido poliláctico, hidrociapatita cálcica, fosfato tricálcico, colágeno o grasa corporal.
Todos los rellenos son aplicados con anestesia local, y pueden trabajarse de manera complementaria a otros tratamientos como la cirugía facial o el botox.

La toxina botulinica es una toxina purificada en un laboratorio, y tiene el efecto de paralizar la musculatura.
En fines cosméticos, gracias a su aplicación se pueden desaparecer arrugas profundas y marcas de expresión.
Se utilizan dosis específicas en zonas musculares y localizadas, con el fin de paralizar las pequeñas áreas de la musculatura que acentúan las arrugas en el rostro.
Y al igual que otros tratamientos rejuvenecedores sin cirugía, este tratamiento tiene mucha demanda por su carácter ambulatorio sin riesgos.

La radiofrecuencia facial consiste en la aplicar ondas electromagnéticas en alta frecuencia, sobre la piel, para producir un calentamiento controlado en las diferentes capas de la dermis, y sin dañar la epidermis.
El efecto de este tratamiento facial es la formación de nuevo colágeno, lo cual provoca el estiramiento de la piel o un efecto de lifting sin cirugía. Además de revitalizar el contorno facial, contrarrestar la flacidez, y reafirmar la piel de los párpados, bolsas y ojeras.
Luego de varias sesiones de radiofrecuencia, se logra la reestructuración del colágeno y la formación de las fibras que sustituirán a las ya estaban envejecidas, aportando mayor elasticidad a los tejidos y reduciendo las arrugas y la flacidez.
Los resultados definitivos podrían visualizarse al mes de iniciar el procedimiento, pero también dependerá del colágeno que tenga cada persona.